Empresarios argentinos viajaron al estado de Wisconsin, en Estados Unidos, para conocer la tecnología de los tambos de punta.

En un entorno climático tan riguroso, la producción solo puede desarrollarse bajo sistemas que brinden el confort necesario a las vacas. Crece la implementación del programa Beef on Dairy, para cruzar con razas carniceras.

Actualidad28/10/2025Panorama LecheroPanorama Lechero

Hkeai357G_1256x620

Producir leche en los Estados Unidos no es una facil tarea. La actividad se desarrolla principalmente en el estado de Wisconsin, en el nordeste del territorio, donde las temperaturas invernales pueden alcanzar los 40 grados centígrados bajo cero. Durante esa estación, los lagos se cubren de hielo y nieve, y son comunes excursiones en automóvil sobre su superficie.

Allí, los pescadores desarrollan su actividad agujereando la capa de hielo. que puede alcanzar hasta un metro de espesor. En un entorno climático tan riguroso, la producción lechera solo puede desarrollarse bajo sistemas confinados que brinden el confort necesario a las vacas. No existen planteos pastoriles debido a las restricciones climáticas, que también son rigurosas en verano. Por eso, la búsqueda del bienestar animal es uno de los aspectos que más destacó el grupo de participantes de un reciente viaje técnico que visitó tambos de punta y exposiciones lecheras en ese estado.
Las claves de la productividad
Vicente Argoitia, coordinador del tour, subrayó que la producción lechera en los Estados Unidos se basa en cinco pilares: 1) animales de alta calidad genética; 2) crianza sumamente cuidada; 3) sistema de producción que asegura el confort de los vientres durante toda la vida productiva; 4) correcta alimentación, que permite expresar plenamente el potencial genético y 5) muy buen manejo reproductivo.
 
En detalle, Argoitia explicó que no existen grandes diferencias en el potencial genético de las vacas argentinas respecto de las norteamericanas, pero sí las hay en el entorno de producción. Los vientres argentinos deben soportar altas temperaturas, mosquitos, tormentas y barro mientras son criados y ordeñados. En cambio, en Estados Unidos son puestas, desde su nacimiento, en condiciones de máximo confort, comparables a las de un hotel de cinco estrellas. Una dieta TMR ad libitum en confinamiento completa las diferencias con la alimentación pastoril.

En los galpones, generalmente del tipo free stall, la cama suele ser de arena, aunque en algunos casos se utiliza goma y aserrín. La arena se lava periódicamente para su reciclaje y se reutiliza varias veces. Las vacas permanecen toda su vida estabuladas y en muchos tambos se usa el sistema de ordeño “calesita”, con 80-100 bajadas. El confort climático se asegura en todo momento, con sistemas de ventilación cruzada que calientan o enfrían el aire cuando hace falta.

Durante la última década, las vacas empleadas en los tambos estadounidenses fueron disminuyendo su tamaño. “En 2025, la altura promedio a la cruz de las vacas argentinas y norteamericanas es de 1,40 a 1,45 metros, incluso con algunos ejemplares de menor estatura en Wisconsin. La tendencia apunta a animales de tamaño moderado”, observa Argoitía.
 
Por otro lado, los tamberos norteamericanos otorgan gran importancia a la fortaleza estructural de los animales evidenciada, por ejemplo, en el ancho del pecho. Este rasgo, desarrollado mediante selección genética y una crianza de calidad desde la guachera hasta el momento de ordeño, contribuye a una mejor capacidad respiratoria, que moviliza la sangre, fundamental para afrontar las fuertes variaciones térmicas. Asimismo, las vacas en ordeño presentan sistemas mamarios de excelente desarrollo.

Los tambos visitados en Wisconsin, con un promedio de 1500 vacas en ordeño, son atendidos por grupos familiares. La producción diaria por vaca en ordeño supera los 40 litros por día.
Nuevas herramientas
En el viaje -organizado por Select Debernardi- se observó que casi todos los establecimientos lecheros utilizan sistemas de monitoreo automatizados para controlar la salud y la reproducción del rodeo, para evitar errores y no depender de un número elevado de empleados. “En un tambo con 8000 vacas, la detección manual de celo o de mastitis sería impracticable, razón por la cual se han difundido tecnologías de seguimiento”, explica Argoitía. En varios tambos, los visitantes observaron el funcionamiento del sistema Cow Manager, que permite monitorear la salud, detectar celo y gestionar diversos aspectos de la producción lechera. Una vez identificada una anormalidad -por ejemplo, una vaca con mastitis- el sistema la aparta del rodeo en ordeño y la lleva para su tratamiento mediante un sistema de puertas.
 
En todos los tambos visitados se aplica la genómica. “Todos los establecimientos lecheros están genotipados, lo que facilita la selección de vaquillonas y otros procesos reproductivos”, destaca Argoitía.

pl-wisconsin

El grupo de empresarios argentinos que viajó a Estados Unidos para conocer los tambos de punta.

En la reposición de vaquillonas hay novedades. Cobró mucha difusión el programa Beef on Dairy, que consiste en la inseminación diferenciada del rodeo: las vacas superiores reciben semen sexado para garantizar una buena reposición de vaquillonas; el resto se insemina con material genético de toros de razas carniceras, principalmente Angus. De este modo, se obtienen terneros de mejor conformación que los de raza Holando, por lo cual alcanzan precios de 900-1000 dólares, debido a su mayor ganancia diaria de peso y excelente rendimiento en res.

Durante el tour, el grupo recorrió el tambo Siemers, considerado uno mejores del mundo, con 8000 vacas en producción. Este establecimiento exhibe índices productivos sobresalientes y genera genética de alta calidad, que se vende a centros de inseminación de diversos países.

La última jornada en Wisconsin incluyó la participación en la World Dairy Expo, en la que se presentaron 2000 animales provenientes de cabañas.. En la mayoría de los reproductores se observó una tendencia hacia vacas de estatura moderada, buen fenotipo y completos datos productivos.

En síntesis: los participantes del viaje concluyeron que la Argentina posee una genética lechera de excelente nivel y que las principales diferencias con los sistemas estadounidenses radican en la calidad de la crianza, en el confort y en la alimentación estable durante la etapa de ordeño. En los sistemas pastoriles argentinos, por el contrario, vacas con muy buena genética deben enfrentar condiciones adversas —tormentas, temperaturas extremas, insectos- y estacionalidad en la producción forrajera, que limitan la expresión de su potencial.

Además, el contexto económico y político que enfrentan los productores estadounidenses difiere sustancialmente del argentino. Cuentan con estabilidad macro y previsibilidad que les permite invertir a largo plazo en sistemas que apuntan a alta producción. En la Argentina, además de las limitaciones propias del sistema pastoril , los productores deben afrontar factores externos como la variabilidad de los precios de la leche, la incertidumbre económica recurrente y la ausencia de planificación sectorial a mediano y largo plazo. (Panorama Lechero)

Te puede interesar
pl-frigerio caproler

Frigerio, en las Jornadas Lácteas, destacó la unión del sector lácteo como motor del desarrollo entrerriano

Panorama Lechero
Actualidad29/10/2025

Ayer martes, el gobernador entrerriano Rogelio Frigerio participó de la apertura de la 1° Jornada de la Cadena Láctea de Entre Ríos acompañado por el intendente de Crespo, Marcelo Cerutti y el presidente de la Cámara de Productores de Leche de Entre Ríos (Caproler), Sergio Borré, donde anunció la ampliación del RINI para incluir a los tambos, con beneficios como exenciones impositivas y reintegros energéticos.

Lo más visto